El 21 de noviembre de 1994 quedó grabado para siempre en la memoria del vallenato. Aquel día, el acordeonero Juancho Rois, junto a Rangel “Maño” Torres y Eudes Granados, integrantes de la agrupación de Diomedes Díaz, perdieron la vida en un accidente aéreo. Vallenato FM, la emisora del vallenato recuerda este día.
Diomedes Díaz y su grupo tenían presentaciones en Venezuela, específicamente en Maracaibo y Caracas, por lo que su acordeonero, su bajista y su técnico, junto a otros músicos viajaron un día antes, ya que el Cacique le hacía honor a su apodo “No-vienes Díaz”.
Después de realizar sus conciertos, les llegó la noticia de que había una parranda de un amigo de Rois en El Tigre, por lo que el acordeonero convenció a los artistas de ir, sin embargo, Diomedes se negó e insistió para que regresaran con él a Colombia.
Aunque dudaron, al final toda la agrupación abordó la avioneta en Maiquetía para llegar al aeropuerto de San Tomé en la madrugada del 21 de noviembre. Los músicos eran conscientes del riesgo que corrían al viajar en ese momento y no esperar hasta el siguiente día cuando fuera prudente, aun así, realizaron unas llamadas para que el lugar de aterrizaje estuviera esperándolos a pesar de que debería estar cerrado.
El problema llegó con las turbulencias producidas por la falta de pista cuando querían aterrizar, ya que, en contra de lo acordado, el aeropuerto cerró. La opción de ir hacia alguno de los terminales aéreos que había cerca se descartó debido a que el piloto tenía la licencia vencida. Por lo que, la decisión final fue sobrevolar hasta que se acabara la gasolina y descender en una carretera.
A las 7:15 am, la avioneta se preparaba para aterrizar, pero un ala se golpeó contra una torre de CanTV, lo que generó que se estrellaran y ocasionó el impacto que cobró varias vidas tanto durante como después del accidente.
Los sobrevivientes relatan que Eudes Granados y el piloto fallecieron de inmediato mientras que un camión que transitaba por la zona llevó a Juancho y a Rangel al hospital más cercano, quienes fallecieron pronto, uno después del otro, respectivamente.
Hoy, 31 años después, el eco de aquel día sigue vivo en el corazón del vallenato. La memoria de Juancho Rois, “El Maño” y Eudes permanece intacta, recordándonos que su talento no se apagó con la tragedia: quedó sembrado para siempre en cada acorde, cada melodía y cada corazón que aún los escucha.
