El 14 de abril de 2017, en plena celebración del Viernes Santo, la música vallenata vivió uno de los días más tristes de su historia reciente. Martín Elías Díaz Acosta, hijo del legendario Diomedes Díaz y una de las figuras más prometedoras del nuevo vallenato, falleció a los 26 años en un trágico accidente de tránsito en la vía que conecta San Onofre (Sucre) con Lorica (Córdoba), a la altura del corregimiento de Aguas Negras. Lo que comenzó como una gira exitosa durante Semana Santa, terminó en tragedia.
Según los informes forenses, la causa del accidente fue una combinación fatal: el exceso de velocidad del vehículo en el que viajaba, el mal estado de la vía y el hecho de que el cantante no llevaba puesto el cinturón de seguridad. La camioneta, conducida por su chofer, perdió el control en una curva peligrosa y terminó volcando. La noticia sacudió al país entero. Las emisoras cambiaron su programación para rendirle tributo, las redes sociales se llenaron de mensajes de dolor, y el mundo vallenato sintió que perdía a su heredero natural.
Martín Elías no era simplemente “el hijo del Cacique”; era un artista por derecho propio. Con un estilo fresco, enérgico y carismático, se había ganado el cariño de una nueva generación de oyentes, mientras mantenía vivas las raíces del vallenato clásico. Canciones como “10 razones para amarte”, “Mi ex”, “Ábrete” y “Cancelada de mi vida” siguen sonando en las emisoras y plataformas digitales, como testimonio de un talento que se fue demasiado pronto.
Una fecha marcada por el recuerdo y el amor
El pasado 14 de abril de 2025 se conmemoró el octavo aniversario de su partida. Valledupar, epicentro del vallenato y hogar eterno de los grandes juglares, volvió a vestirse de luto. Como cada año, la tumba de Martín Elías, ubicada en el cementerio Jardines del Ecce Homo, fue el centro de una emotiva ceremonia liderada por su hermano mayor, Rafael Santos Díaz. Allí se reunieron familiares, amigos cercanos, músicos y cientos de fanáticos que viajaron desde distintos puntos del país para rendirle homenaje.
En medio de un mar de flores amarillas —el color que Martín tanto amaba—, Rafael Santos tomó la palabra. Su voz temblorosa reflejaba el peso del dolor acumulado, pero también la fortaleza de un hermano mayor que ha tenido que soportar más de una pérdida. “Hoy hace 8 años partió tu cuerpo de esta tierra, pero tus canciones, tu humanidad, tus recuerdos como un gran ser humano, quedan en todas nuestras almas. Te recuerdo mucho, hermano, y me haces mucha falta”, escribió en su cuenta de Instagram, donde también compartió un video del momento más emotivo de la jornada: la interpretación a capela de Mi ex, una de las canciones más queridas del repertorio de Martín.
El silencio del camposanto se rompió con su voz, y muchos no pudieron contener las lágrimas. Fue una escena íntima, poderosa y profundamente humana. Un hermano cantándole al otro, más allá del tiempo y la muerte.
Una herida que se abre de nuevo: la muerte de Miguel Ángel Díaz
Pero este aniversario tuvo un peso aún más profundo para la familia Díaz. Apenas unos meses antes, en enero de 2025, falleció Miguel Ángel Díaz, hijo de Diomedes Díaz y Yolanda Rincón, conocido en el medio como “el Ángel del Cacique”. Miguel Ángel murió en Bogotá a causa de complicaciones derivadas de una falla renal crónica que padecía desde niño. Su lucha fue larga y valiente, pero el destino quiso llevárselo justo cuando comenzaba a explorar más seriamente su camino musical.
Rafael Santos, al igual que con Martín, volvió a recibir la noticia en medio de una presentación. En un video compartido en sus redes, visiblemente afectado, confesó cómo se enteró y cómo, en medio del dolor, decidió rendirle homenaje a su hermanastro desde el escenario. “Allá te recibe papá, mi viejo que tanto quiero. No te voy a olvidar mi hermano, a ti siempre te quiero (…) Un ángel más en el cielo, ay dime Dios qué hago”, dice parte de la canción que le dedicó esa noche.
Elder Dayán Díaz, otro de los hijos cantantes del Cacique, también quiso recordar a Miguel Ángel. Durante una presentación en Sincelejo, pidió un minuto para dedicarle el show. “Esta noche canto por ti, hermano. Que Dios te tenga en su gloria y que papá te haya recibido con los brazos abiertos”, dijo frente a una audiencia conmovida.
Una familia marcada por el talento y la tragedia
La historia del clan Díaz está llena de luces y sombras. Diomedes Díaz, considerado por muchos como el más grande exponente del vallenato, dejó una huella imborrable en la música colombiana, pero también un legado complejo a nivel personal. Tuvo más de 20 hijos reconocidos, muchos de ellos hoy artistas, y ha sido tanto inspiración como carga emocional para los que siguen sus pasos.
Martín Elías, Rafael Santos, Elder Dayán y otros han intentado —cada uno a su manera— mantener vivo ese legado, enfrentando el peso de un apellido que resuena con fuerza en cada tarima, pero que también arrastra dolores difíciles de sanar. La muerte de Martín fue un golpe del que aún no se reponen. La de Miguel Ángel, una herida reciente que sigue sangrando.
El legado continúa
A ocho años de su partida, Martín Elías sigue siendo recordado con amor, no solo por sus canciones, sino por el espíritu alegre, humilde y soñador que transmitía. Su legado vive en cada nota, en cada homenaje y en cada corazón que se niega a olvidarlo. Sus hijos, aún pequeños cuando ocurrió el accidente, crecen hoy rodeados del cariño de su familia y de los recuerdos de un padre que, aunque ausente, sigue presente en las historias que se cuentan sobre él.
Como dijo Rafael Santos al final de su homenaje: “Martín no se fue, Martín se quedó en cada acorde de su música, en cada lágrima de su gente, en cada flor amarilla que hoy adorna su tumba. Martín es eterno”.